Jamones Ibéricos - Comprar Online Bellota, Cebo y D.O.P.

Jamones ibéricos certificados por alimentación, raza y D.O.P. Elige entre bellota, cebo de campo y cebo con precintos oficiales.

Raza ibérica: el porcentaje sí importa

Pureza genética total y máxima infiltración de grasa. Curaciones largas y aromas complejos que persisten en boca. Ideal para quienes buscan la experiencia más exclusiva del ibérico, con equilibrio entre dulzor, umami y notas de bodega.

El cruce más habitual en bellota con D.O.P. Excelente relación intensidad/precio: textura jugosa, grasa bien integrada y perfil aromático definido. Perfecto para aficionados que valoran complejidad sin llegar al ticket del 100%.

Acceso práctico al mundo ibérico. Menor infiltración de grasa y sabor más directo, pensado para consumo frecuente, tapas y cocina. Opción muy competitiva en precio manteniendo el carácter del ibérico.

Jamones curados fuera de la Norma del Ibérico (cerdo blanco o mezclas). Perfil más suave, salinidad contenida y precio ajustado. Excelente para iniciarse o para servicio cotidiano en el hogar.

Nuestra selección de jamones destacados

Recomendados por curación, valoraciones y relación calidad/precio.

Cómo elegir y disfrutar tu jamón ibérico

Elegir un jamón ibérico adecuado depende de varios factores: el tipo de alimentación, la raza del animal, el tiempo de curación y el formato de compra. Los jamones de bellota, identificados con precinto negro o rojo, son los más exclusivos y complejos en sabor. Los de cebo de campo (verde) y cebo (blanco) ofrecen opciones más equilibradas y accesibles. La elección también se ajusta al número de comensales: una pieza entera rinde unas 40–50 raciones, mientras que los loncheados al vacío resultan prácticos para consumos más esporádicos.

La curación es otro aspecto decisivo. Un jamón ibérico de bellota suele superar los 24–36 meses de curado, lo que intensifica los matices aromáticos y la untuosidad de la grasa infiltrada. En cambio, los de cebo y cebo de campo, con curaciones algo menores, resultan más suaves y fáciles de integrar en el día a día. El formato también influye: el jamón deshuesado facilita el corte en casa y reduce mermas, mientras que los loncheados permiten conservar mejor cada porción envasada al vacío.

Disfrutar del jamón ibérico exige un corte adecuado. El corte a cuchillo, en lonchas finas y uniformes, resalta la textura y libera los aromas de cada parte de la pieza. Para conservarlo, lo ideal es cubrir la superficie con grasa o film alimentario y guardarlo en un lugar fresco, ventilado y alejado de la luz directa. Así se mantiene la calidad durante varias semanas. Entender la diferencia entre categorías y aplicar una buena conservación asegura que cada loncha mantenga el sabor auténtico de la dehesa.

Catálogo completo de jamones ibéricos - Comprar al Mejor Precio

Jamones ibéricos con D.O.P.: Jabugo, Guijuelo, Los Pedroches y Dehesa de Extremadura

Las D.O.P. certifican origen y método. Jabugo (Huelva) aporta intensidad aromática y recuerdos de bodega; Guijuelo (Salamanca) destaca por curaciones en clima frío y perfil más amable; Los Pedroches (Córdoba) ofrece pureza racial y notas dulces; Dehesa de Extremadura equilibra infiltración y persistencia. En cada ficha indicamos la D.O.P. cuando aplica, junto con precinto, raza y curación para una elección transparente.

Nuestras Marcas De Jamones Ibéricos

Guía rápida: qué jamón me conviene

Nuestros clientes opinan

★★★★★

“El jamón 100% ibérico de bellota llegó en perfecto estado, con un sabor espectacular.”

– Marta G. (Madrid)
★★★★★

“Muy buena atención al cliente y envío rápido. La pieza estaba increíble.”

– Javier R. (Sevilla)
★★★★☆

“Pedí un queso manchego curado y embutidos. Todo excelente y bien envasado.”

– Laura P. (Valencia)
★★★★★

“El pack de loncheados es comodísimo, parece recién cortado a cuchillo.”

– Carlos S. (Bilbao)
★★★★★

“El aceite de oliva Sierra Mágina es espectacular, frutado e intenso.”

– Ana L. (Granada)
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Preguntas frecuentes sobre jamones ibéricos

Los precintos oficiales identifican la categoría según la Norma del Ibérico. El precinto negro corresponde a jamón de bellota 100% ibérico, máxima pureza racial. El rojo distingue jamones de bellota con 50–75% raza ibérica. El verde es para jamones de cebo de campo, criados con pienso y pasto natural. El blanco marca los jamones de cebo, criados en granjas con pienso. Estos precintos garantizan trazabilidad y calidad reconocida a nivel nacional e internacional, ayudando al consumidor a elegir con seguridad.

El jamón de bellota procede de cerdos que pastan en la dehesa durante la montanera, alimentándose principalmente de bellotas y hierbas. Esto aporta mayor infiltración de grasa y un sabor complejo, con matices dulces y persistentes. El jamón de cebo de campo combina la alimentación en pastos naturales con piensos de cereales y leguminosas, ofreciendo un perfil más equilibrado y accesible en precio. Ambos están dentro de la Norma del Ibérico y deben cumplir requisitos de curación y certificación oficiales.

El tiempo de curación varía según categoría y productor. Un jamón ibérico de cebo puede curarse entre 18 y 24 meses, mientras que un bellota suele superar los 24 y alcanzar hasta 36 meses o más. Cuanto mayor es la curación, más intensa es la concentración de aromas, la complejidad en boca y la textura de la carne. Sin embargo, una curación excesiva no siempre es mejor: la calidad depende también de la alimentación, la genética y las condiciones de bodega.

Un jamón ibérico abierto debe guardarse en un lugar fresco, ventilado y alejado de la luz directa. La superficie de corte se cubre con su propia grasa o con film transparente para evitar oxidación. Es importante mantenerlo en soporte adecuado y cortar solo lo que se vaya a consumir. El consumo recomendado tras iniciar una pieza es de 3 a 4 semanas, ya que con más tiempo el sabor y la textura pueden deteriorarse. Los loncheados al vacío prolongan su conservación.

El jamón procede de la pata trasera del cerdo y la paleta de la delantera. El jamón suele pesar más, tener mayor rendimiento de carne limpia (alrededor del 40–50% de su peso) y curaciones más largas. La paleta, al ser más pequeña, tiene más proporción de hueso y grasa exterior, por lo que rinde menos, pero también es más económica y fácil de consumir rápidamente. A nivel de sabor, suele resultar más intenso y concentrado debido a su menor tamaño y curación.

En España existen cuatro D.O.P. reconocidas para el jamón ibérico: Jabugo, en Huelva, famosa por sus aromas profundos; Guijuelo, en Salamanca, con sabores suaves y curaciones largas en clima frío; Los Pedroches, en Córdoba, que destaca por pureza racial y notas dulces; y Dehesa de Extremadura, que ofrece equilibrio entre grasa infiltrada y persistencia aromática. Estas denominaciones certifican origen, raza, alimentación y procesos de elaboración, garantizando al consumidor autenticidad y estándares de calidad protegidos por la Unión Europea.

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